Artículo de la UFISC

Coorganizada por la UFISC (Union Fédérale d’Intervention des Structures Culturelles) y una treintena de redes de actores del ámbito cultural y cívico, la 5ª edición de POP MIND se celebró del 5 al 7 de octubre de 2021, en el 108 de Orleans.

La crisis sanitaria y, más allá, las crisis ecológica, económica y política que atravesamos, muestran la urgencia de repensar nuestros modelos de sociedad hacia más democracia, solidaridad, sostenibilidad y respeto a los derechos humanos y a lo vivo. La cultura está en el centro de esta transición por el nuevo imaginario que nos permite crear juntos, por lo que aporta en términos de libertad, creación, expresión, intercambio sensible, relaciones dignas entre las personas, emancipación crítica y construcción individual y colectiva.

En un contexto de mutaciones territoriales, de evolución de las responsabilidades públicas y en la perspectiva de una construcción europea mejor compartida, POP MIND se presenta como un intento de pensar y actuar colectivamente superando las fronteras y elaborando fábricas territoriales comunes. Para ello, POP MIND se desplaza por toda Francia y se ancla en una región y un territorio concretos. Movilizando energías y recursos en un marco de cooperación y co-construcción, POP MIND vincula lo local con lo internacional en las cuestiones planteadas y en las experiencias compartidas.

Extracto de la Declaración de Salida

Queremos un «después» que no se parezca al «antes».

No se trata de una invocación, sino de una urgencia.
En un momento en el que se oye hablar de «volver a la normalidad», este POP MIND 2021 es también un manifiesto.
No se trata de sobrevivir a la crisis sanitaria como cualquier otra, sino de curar las heridas, de «revivir», y de movilizar nuestras energías y nuestro imaginario en torno a lo que nos impulsa desde hace varios años. Y nuestra voluntad de construir las secuelas gira en torno a los tres ejes de nuestras reflexiones: la cultura, lo común y la solidaridad.

«Construir para el futuro implica movilizar nuestra imaginación. Transformar el mundo implica representarlo de otra manera, apelando a la utopía, a los símbolos y al trabajo sobre las múltiples identidades de los individuos y los grupos. Evidentemente, en este trabajo sobre los símbolos, las representaciones y las expresiones de la identidad, los artistas y, más allá, el ámbito cultural, tienen su papel, de acuerdo y en resonancia con el colectivo. Reivindicamos el carácter fundamentalmente cultural de las transformaciones ecológicas, políticas, económicas, sociales y sanitarias que se avecinan, y la urgencia de inventar colectivamente para definirlas. Por paradójico que parezca, esta urgencia también requiere ir más despacio: iniciar acciones a largo plazo, favorecer el proceso sobre el resultado, tomarse el tiempo de reflexionar sobre el significado y la posible inflexión.

Construir para el futuro significa también ampliar el ámbito de lo común, lo que nos conecta y lo que compartimos. El primero de ellos es, por supuesto, el planeta que habitamos, que está amenazado de volverse inhabitable. «Reavivar» es también reflexionar sobre nuestra contribución a la preservación de los bienes comunes, tanto vivos como inmateriales, de las garras comerciales depredadoras. Y desarrollar las herramientas de la economía social y solidaria para ello.

Por último, construir para el futuro significa, obviamente, construir colectivamente, con todas las partes interesadas, a todos los niveles – local, nacional, internacional – empezando por reflexionar sobre lo que constituyen nuestros territorios como «lugares comunes» y nuestras iniciativas como «espacios públicos de expresión ciudadana». Se trata de trabajar en la cuestión democrática del poder de acción de cada uno de nosotrxs con nuevas formas de contribución, deliberación y decisión de lxs ciudadanxs.

Descargue la declaración de salida (en francés).