Artículo escrito para RIUESS 2018 – Rennes. Patricia Coler UFISC

Desde la creación de un espectáculo por parte de un equipo artístico hasta la realización de un festival en un pueblo, desde la gestión de una emisora de radio hasta el funcionamiento de un local de música o de artes plásticas, desde el apoyo a las prácticas digitales hasta el desarrollo de proyectos de cooperación europea… la multitud de iniciativas artísticas y culturales de la economía social y solidaria desarrolla actividades muy variadas. Reflejan la aspiración contemporánea a participar en la vida artística y cultural, manifestada más ampliamente por la expansión de las asociaciones culturales, que eran 7.200 en 1959 y ahora son más de 267.000. Según la ley de economía social y solidaria, también constituyen una gran parte del sector cultural profesional.

Ante esta dinámica, queremos intentar aquí dar una interpretación de una voluntad expresada en la acción a través de la construcción de caminos en el ámbito cultural que se articulan con la dimensión de la economía social y solidaria (en particular, la asociativa). Intentaremos dar testimonio del modo en que la capacidad de las personas de «hacer y crear juntos», los procesos de acción en torno a las cuestiones culturales, dibujan nuevos horizontes de emancipación.

Léase el resto del artículo aquí  (en francés).