Por la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad

Los miembros y aliados de la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad (GPR2C) estuvieron en Nairobi para participar activamente en la segunda sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Hábitat (del 5 al 9 de junio de 2023). Ripess se une a la declaración y campaña de la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad con motivo de la Segunda Asamblea de ONU-Hábitat, para pedir a los Estados Miembros de la ONU y ONU-Hábitat que aceleren la implementación de la NAU, con el Derecho a la Ciudad como guía; apoyar a las organizaciones de la sociedad civil y los gobiernos locales como actores clave para la implementación de la NAU y participar en una evaluación verdaderamente participativa del plan estratégico de ONU-Hábitat.



Predicar con el ejemplo: una completa realización de los compromisos de la NAU para avanzar en un cambio estructural

A medida que ONU-Hábitat y los países miembros se reúnen para acordar estrategias para aprovechar los planes estratégicos actuales y futuros de ONU-Hábitat, los instamos a que se centren en vías de acción concretas ancladas en los compromisos clave de la NAU. Los llamamos a:

  1. Comprometerse a una implementación acelerada de la Nueva Agenda Urbana, aprovechando el Derecho a la Ciudad como motor para su realización, acordar mecanismos concretos para consagrar los compromisos de la NAU con la transformación de los modelos de desarrollo urbano y económico, con el compromiso central de proteger la función social y ambiental de los territorios, apoyar iniciativas y programas comunitarios y sociales y solidarios, así como avanzar en la gestión democrática de las ciudades y territorios a través de la participación inclusiva y la toma de decisiones colectiva;
  2. Reconocer y apoyar a los gobiernos locales y a la sociedad civil y a las organizaciones comunitarias como partes interesadas clave para el monitoreo y la implementación efectiva de la NAU. Construir sobre las iniciativas transformadoras impulsadas por dichos actores, considerando la ciudad como un bien común sin fines de lucro cuya gestión debe incluir la participación activa de todo el tejido social, promoviendo la participación directa para incorporar las prioridades, conocimientos y prácticas de los directamente afectados por proyectos y políticas, como en el caso del propuesto “Plan de Acción Global para transformar asentamientos informales y barrios marginales;
  3. Participar en una evaluación verdaderamente participativa del plan estratégico de ONU-Hábitat , apoyando la participación de la sociedad civil, los gobiernos locales y regionales y otras partes interesadas a través de un Mecanismo de Participación de las Partes Interesadas democrático, inclusivo y autoorganizado consistente con las mejores prácticas en todo el Sistema de las Naciones Unidas. Esto prevé que ONU Hábitat, los órganos de gobierno y todas las partes interesadas relevantes promuevan políticas que conduzcan a acciones que apoyen las iniciativas transformadoras lideradas por esos actores, bajo los principios de descentralización y gestión democrática de los territorios. Esto incluye mejorar el enfoque centrado en las personas mediante la puesta en práctica de los principios y compromisos de la NAU con un marco integral de monitoreo y evaluación, en marcado contraste con la realidad actual de canales limitados para la participación en el marco de monitoreo. Estas medidas permitirían acciones concretas para lograr los propósitos preventivos y correctivos de los derechos humanos en los territorios, considerando los aspectos interseccionales de las desigualdades urbanas y los indicadores de monitoreo desagregados y cualitativos para abordar mejor el desarrollo justo y sostenible de los asentamientos humanos en todo el hábitat humano.

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