Artículo de Valori.it, (en italiano) 25/4/2020

Diego Moratti (Red de Economía Solidaria): el encierro impuso un replanteamiento de los hábitos. Muchos se están acercando al mundo del consumismo crítico. Una oportunidad a ser explotada
Por Corrado Fontana

Con una pandemia de coronavirus aún en curso, intentamos captar los signos de un resultado positivo. Y el mundo de la economía solidaria, el de los gruppi d’acquisto (GAS) y el de los circuitos cortos, las relaciones entre consumidores críticos y pequeños productores, la alimentación sana y el precio justo, está desvelando una agradable verdad: hasta ahora ha respondido bien a las dificultades. Y eso no es todo. La economía solidaria ha reforzado la certeza de que ciertas buenas prácticas bien establecidas pueden ganarles al modelo de la agricultura intensiva. Además, gracias a las restricciones de bloqueo, el número de consumidorxs interesadxs en estilos de compra «alternativos» es cada vez mayor.
«Muchos hábitos cotidianos han cambiado obligatoriamente debido al virus, con la consiguiente posibilidad de arraigar -o empezar de nuevo- la afirmación de prácticas más sostenibles» confirma Diego Moratti, miembro del consejo nacional de la recién creada Red Italiana de Economía Solidaria (su nacimiento como RIES se hizo oficial justo antes del estallido de la epidemia). «Esas prácticas, si se integran y se suman, pueden afectar y provocar un cambio social y económico efectivo».

Por consiguiente, ¿podría esta crisis convertirse en un punto de inflexión?

Esto es exactamente lo que surgió en el momento de la fundación de la nueva RIES el miércoles 22 de marzo de 2020. Preguntamos a más de 70 representantes de toda Italia: hubo una fuerte convergencia sobre el valor de la oportunidad histórica que estamos enfrentando.

¿Qué contribución pueden aportar concretamente las realidades de la economía solidaria para relanzar el sector agrícola después de la crisis del coronavirus?

«Hemos activado las relaciones con otras redes de productores y con los actores implicados en la defensa de la agricultura campesina en la dirección de la agroecología: el primer objetivo era proponer a los parlamentarios más sensibles el posible reconocimiento de nuestros sistemas de producción y distribución de alimentos de calidad en decretos gubernamentales emitidos gradualmente. El segundo objetivo consiste ahora en buscar líneas unificadas de intervención para el post-virus en el marco de un período mediano a largo de crisis económica, el más grave de los últimos 100 años (es decir, desde el ’29)».

¿Qué papel desempeña la economía solidaria en la producción sostenible de alimentos, en la transición a la agricultura biológica, en los procesos de inclusión social?

«Las realidades de la economía solidaria se orientan principalmente hacia un mercado «interno» y una demanda «consciente», que conoce a lxs productorxs y lxs elige por una serie de razones (no tanto por una supuesta conveniencia o conveniencia del supermercado). Por estas razones (sostenibilidad ambiental, inclusión social, formas cooperativas) el consumidor decide ser «solidario» con el productor.

Este concepto fundamental, incluso en tiempos de crisis económica, puede permitir «mantener» el apoyo a esa parte de la agricultura sostenible – orgánica, inclusión social – que se apalanca en nuestros GAS, los mercados de pequeños productores y prácticas similares. Siempre que estas actividades estén permitidas en términos legales y de seguridad en los diversos decretos de emergencia».

La economía civil tiene flexibilidad y capacidad de recuperación. En esta crisis, ¿han confirmado la RIES y el GAS características similares?

«Una reunión a distancia organizada por la RIES a finales de marzo con un centenar de participantes, en su mayoría «expertos en GAS», reveló respuestas «creativas» de las cadenas locales de producción y distribución de alimentos genuinos con respecto a las regulaciones contenidas en los decretos gubernamentales. Estos últimos han impuesto limitaciones a nuestros sistemas de relación, en beneficio de la gran distribución. Hemos aprovechado estas experiencias, poniendo a disposición de las personas en dificultad una serie de materiales para facilitar el reconocimiento, incluso formal, por parte de los alcaldes y prefectos de las actividades de los GAS o de los pequeños productores que se han propuesto hacer entregas a domicilio.
Tras un contratiempo inicial, muchos grupos de compra volvieron a encarrilarse reinventando formas de aprovisionamiento de productos, almacenándolos y entregándolos a las familias. Por ejemplo, se han propuesto condominios-GAS y nuevos espacios para clasificar los productos diseñados para mantener el distanciamiento social.

Otras realidades han desarrollado plataformas de pedidos en línea o por teléfono o se han incorporado a los circuitos de ayuda social de los distintos municipios, información y entrega de protección civil local o grupos de voluntarios nacidos para la emergencia. En otras palabras, la resistencia y la flexibilidad son cualidades típicas de estos circuitos de suministro alternativos».

¿Conseguirá también inducir un replanteamiento del actual modelo agrícola en un sentido más sostenible?

«Todos lxs actorxs de la Red Italiana de Economía Solidaria – las organizaciones de Gas, Comercio Justo y Finanzas Éticas – son conscientes de que los considerables cambios en los hábitos de las personas, aunque sean forzados, dan una oportunidad excepcional para reflexionar sobre cuánto nuestro consumo, incluido el consumo de alimentos, repercute en la agricultura, el medio ambiente y la economía en general.

Estamos seguros de que el modelo de economía solidaria responde a muchas cuestiones críticas que el sistema de la agroindustria y la despersonalización de las relaciones económicas ha llevado al extremo. En particular, pienso en la sostenibilidad del medio ambiente y la contaminación. Por lo tanto, la crisis causada por la pandemia puede utilizarse para difundir nuestras buenas prácticas. Siempre y cuando puedan ser comprendidas y reconocidas por lxs ciudadanxs y las instituciones como un modelo mejor y preferible, alternativo y concretamente activado».