“Jean Ziegler define el derecho a la alimentación como el de ” tener acceso regular, permanente y gratuito, ya sea directamente o a través de compras monetarias, a los alimentos cuantitativamente y cualitativamente adecuados y suficientes, correspondientes a las tradiciones culturales de las personas de las que proviene el/la consumidor.a, y que asegure una vida psíquica, física, individual y colectiva, libre de ansiedad, satisfactoria y digna. ».” (extracto de la nota analítica de la Chaire TerrESS, ver más abajo)
Extracto del sitio web de la SSA, Sécurité Sociale de l’Alimentation
El colectivo SSA señala que los impactos de nuestro modelo económico son desastrosos para las condiciones actuales de producción agrícola y alimentaria y para el medio ambiente. También están en el origen de la violencia alimentaria debido a la ausencia de un derecho a la alimentación sostenible y el lugar de la variable de ajuste dada a los alimentos en el presupuesto familiar.
Trabaja hacia la integración de los alimentos en el régimen general de la seguridad social, el cual fue iniciado en 1946: universalidad del acceso convenciones con profesionales llevados a cabo por fondos gestionados democráticamente, financiados por la creación de unas cotizaciones a la seguridad social de un solo tipo sobre la producción real del valor añadido.
Este mecanismo de Seguridad Social para los alimentos es una de las palancas para una transformación del sistema alimentario (producción agrícola, procesamiento, distribución, consumo) para una democracia en la alimentación (rn francés).
El colectivo considera que los sistemas alimentarios en Francia y en la mayor parte del mundo no se utilizan para alimentar a la población o para pagar a lxs trabajadorxs que producen, procesan y distribuyen estos alimentos. Por el contrario, su función principal es producir ganancias. La dieta o los ingresos son solo posibles efectos secundarios, de los cuales no todos se benefician. Para salir de este desastroso estado de cosas, debemos pensar en sistemas alimentarios organizados en torno a un principio fundamentalmente fuera del capitalismo y uno de sus instrumentos, el libre mercado. Ese principio es la democracia.
Esta democracia requiere educación popular a través del intercambio y la reciprocidad, así como una articulación entre un marco nacional y las decisiones locales. Sirve a los siguientes principios:
- democracia económica para que toda la población pueda desarrollar la demanda de alimentos y decidir sobre el sistema alimentario, incluidas las condiciones de sus trabajadorxs;
- la aplicación efectiva del derecho de todos lxs habitantes a garantizar el acceso a alimentos informados.
El ejemplo de la Caisse commune de l’alimentation Montpellier.
Este proyecto emana de un colectivo nacional “Acceso Decente a la Alimentación”, una movilización interasociativa que reclamó, desde mediados de 2020, una política nacional para luchar contra la inseguridad alimentaria, y el apoyo a proyectos de acceso a alimentos sostenibles y de calidad. Esta es la versión local del proyecto Territoires à vivreS, que se encuentra en las metrópolis de Lyon, Aix-Marsella, Montpellier y Haute-Garonne-Toulouse. La caja se lanzó en enero de 2023.
Se distribuyen 100 euros en MonA, una moneda digital, creada específicamente para la experimentación, en asociación con La Graine, moneda local de Montpellier. Lxs residentes voluntarixs pueden gastarlos cada mes en sitios de distribución de alimentos que cumplan con los criterios desarrollados colectivamente: tiendas de comestibles, grupos de compra, etc.
Lxs participantes contribuyen a un fondo de acuerdo con sus posibilidades, que se complementa con subsidios públicos y privados. El fondo subsidia parte de la suma para personas de bajos recursos. Es gestionado democráticamente por un comité de alimentación de ciudadanxs que decide sobre su funcionamiento.
Para obtener más información sobre cómo funciona, escuche el podcast (en francés): Alimentation pour tous: La Caisse Alimentaire Commune de l’Hérault.
Lea también la excelente nota de análisis de la Chaire TerrESS (en francés): ¿Es la seguridad social para los alimentos un camino a seguir?, que cita en particular las otras soluciones de la ESS, que ya hemos discutido en nuestros boletines: supermercados cooperativos y participativos, tiendas de comestibles sociales y solidarias, grupos de compra para personas en situaciones alimentarias precarias, experimentos de SSA con productos orgánicos y monedas locales.