Artículo de Andrea Rodríguez, Project Manager Ripess Europe

Habilidades para el mundo basadas en la solidaridad y el cuidado mutuo

La vida en nuestro planeta se enfrenta hoy a varias crisis interrelacionadas como resultado de las relaciones sociales imperantes. En las últimas décadas, a pesar de los intensos esfuerzos de millones de personas organizadas en movimientos sociales emancipadores, las tendencias negativas no se han invertido. Las desigualdades entre las personas aumentan, la crisis climática se agrava, la biodiversidad desaparece y el autoritarismo y el militarismo van en aumento. Todo ello nos aleja de un mundo en el que el respeto a la vida, la libertad y la diversidad sea un valor central y de una sociedad en la que tengamos una vida que merezca la pena ser vivida. El capitalismo sólo puede mantener su legitimidad mediante la luz de gas, el alarmismo y la guerra contra el desarrollo del pensamiento utópico. La imaginación liberal ha sido capturada por el mantra “No hay alternativa” y una avalancha de historias distópicas. La visión progresista del desarrollo humano universal se ha reducido a una corriente interesada de innovaciones tecnológicas que suponen una amenaza real para la preservación de la vida orgánica. Sin embargo, la búsqueda de alternativas reales no ha desaparecido y en “tiempos difíciles” se está convirtiendo en una necesidad.

Entre las estrategias de éxito que ha utilizado el movimiento emancipador y antiautoritario desde tiempos inmemoriales se encuentra la política prefigurativa: el intento de crear utopías reales o islas de desviación positiva, como zonas en las que, ya hoy, en medio de un mundo viejo, injusto y deprimente, se está creando y representando en la práctica cotidiana un mundo de futuro convivencial, un mundo sin jerarquías nocivas, sin autoritarismo y sin opresión. La economía solidaria se inscribe en esta tradición. Está formada por una amplia gama de organizaciones, iniciativas y proyectos de todo el mundo que trabajan sobre todo desde abajo para lograr un cambio democrático radical (no sólo) de las relaciones económicas. Sitúa el bienestar de toda la biosfera por encima del afán de lucro o la acumulación de poder y riqueza. Los principios que la guían se derivan de este objetivo. Entre ellos está la lucha contra todas las formas de opresión y el fomento de la justicia racial y social, la organización y la toma de decisiones democráticas, el rechazo del especismo y el respeto por toda la vida, la ayuda mutua y el cuidado de unx mismx y de lxs demás, la educación mutua y el aprendizaje entre iguales, la participación en las actividades del movimiento de Economía Social y Solidaria y la cooperación con organizaciones e iniciativas que forman parte de ello.

Las organizaciones e iniciativas de economía solidaria se enfrentan a una serie de retos como consecuencia de las relaciones sociales imperantes. Trabajan en un entorno hostil moldeado y regulado por la ideología elitista del (neo)liberalismo y con personas que han sido socializadas en él. La forma de cambiar las condiciones estructurales pasa por organizarse dentro del movimiento, y por organizaciones individuales que trabajen juntas y construyan una infraestructura de apoyo. La manera de romper nuestros hábitos tóxicos es creando una nueva cultura de cooperación, comunicación y cuidado mutuo dentro de nuestras organizaciones y dentro del movimiento. Hemos querido aprovechar nuestra experiencia para contribuir a facilitar a los actores de la economía solidaria la superación de los retos mencionados. Por lo tanto, hemos creado programas modelo de formación en competencias interpersonales (Soft Skills Training), que son esenciales para reforzar el conjunto del movimiento de la economía solidaria, sus organizaciones individuales, pero también a las personas concretas implicadas en su desarrollo. A continuación, hemos probado la formación en la práctica. Hemos incorporado las conclusiones de las pruebas a nuestras propuestas iniciales y las hemos resumido en la publicación Soft Skills for a Better World. Además, creamos una formación especial para activistas destinada a las personas implicadas en la organización de eventos de mayor envergadura en los que se reúnen, crean redes y planifican actividades conjuntas o comparten experiencias de iniciativas de economía solidaria. A lo largo de nuestro trabajo común y también a través de la cooperación con muchos activistas, nos hemos dado cuenta repetidamente de que un tema transversal y una habilidad que debemos tener siempre presente es el autocuidado en el contexto del cuidado colectivo: cuidarnos a nosotrxs mismxs y a otras personas del movimiento. Es extremadamente importante para prevenir el agotamiento que debilita enormemente nuestro movimiento. Pero al mismo tiempo, siempre debemos ser conscientes de que las “habilidades blandas” que aprendemos a utilizar juntxs siempre deben utilizarse para crear una nueva cultura y un entorno seguro para todxs, no nuevas formas de jerarquías, explotación y opresión. Creemos que juntxs hemos conseguido contribuir a este objetivo.

Puedes descargarte los diferentes resultados del proyecto en la siguiente web: https://www.socioeco.org/hati-SOS