Artículo de Judith Hitchman, Consejo de administración del Ripess Intercontinental
La RIPESS participó en la reunión de RIO+20 en 2012, cuando se lanzó el proceso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De 2012 a 2015, abogamos por la inclusión de la Economía Social Solidaria (ESS) en los ODS, mostrando cómo la ESS puede proporcionar un camino inclusivo hacia su implementación. Los propios ODS, adoptados en septiembre de 2015, no se basan en la ESS, ni mucho menos. En muchos casos, la redacción de los subpárrafos refleja simplemente una «ecologización» del actual paradigma neoliberal. Sea como fuere, pueden considerarse como una oportunidad para un cambio estructural. Las múltiples crisis actuales (sanitaria, económica, financiera, medioambiental, climática, de vivienda…) están todas interrelacionadas, al igual que los ODS. Y los múltiples ejemplos del excelente trabajo realizado por las entidades de la ESS en todo el mundo para abordarlas necesitan un reconocimiento mucho mayor. Ahora es necesario reforzar estos ejemplos e integrar la política de la ESS en todos los niveles.
El Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la ESS (UNTFSSE) se creó en 2013; y desde entonces, colaboramos ampliamente y participamos en la elaboración de publicaciones y políticas para la inclusión de la ESS en los ODS.
El documento de posición de 2014 “La economía social y solidaria y los retos del desarrollo sostenible”, así como la declaración de 2016 “Hacer realidad la Agenda 2030 a través de la economía social y solidaria”, identifican claramente el potencial de la ESS en 69 de las 169 metas de los 17 ODS.
A menudo hay un mayor reconocimiento de los puntos fuertes de la ESS a nivel local. Esto es bastante comprensible, ya que este es el nivel en el que los movimientos sociales de base, como los miembros de la RIPESS, abordan estos múltiples problemas. Los gobiernos locales también suelen apoyar más la ESS a este nivel que a los niveles nacional o regional, ya que ven claramente los beneficios y la forma en que la ESS ayuda a superar los múltiples desafíos a los que se enfrenta la gente actualmente.
Sin embargo, esto no es suficiente. Un número cada vez mayor de Estados cuenta con una legislación marco. Esto todavía debe reforzarse. Y el proceso de exámenes voluntarios nacionales durante el Foro Político de Alto Nivel sobre los ODS que se celebra cada mes de julio en Nueva York debe incluir ahora la ESS para mostrar el camino a seguir.
Juntos hemos recorrido un largo camino desde Río+20. Pero los retos también han aumentado. También lo ha hecho la creciente concienciación mundial sobre la ESS y sobre cómo puede ayudarnos a afrontar estos retos. Las crisis mundiales son también una oportunidad para un cambio real y profundo.
Este documento ayuda a destacar algunos de los muchos ejemplos que existen en todo el mundo. Esperamos que les sirva de inspiración y que se unan a nosotros en nuestro trabajo colectivo para avanzar hacia un mundo de mayor justicia social, medioambiental y económica, en el que se respeten y apliquen todos los derechos humanos a través del profundo cambio de paradigma hacia la Economía Social Solidaria.