Artículo del miembro de ECOLISE, Transition Sweden, mayo 2020

El 11 de abril de 2020, un puñado de ciudadanxs locales de la ciudad de Söderhamn, en el norte de Suecia, marcharon hacia el ayuntamiento exigiendo que se tomaran medidas sobre la producción de alimentos a la luz de la crisis de Covid-19. Sus acciones han provocado protestas similares en toda Suecia, que recuerdan la Revuelta de las Patatas de hace 103 años. Al final de la Primera Guerra Mundial, unas doscientas mujeres de Söderhamn iniciaron un levantamiento alimentario a nivel nacional el 11 de abril de 1917, debido al hambre generalizada en Suecia.

En Söderhamn, la ONG local Närjord, que forma parte del Centro de Transición del Sur de Norrland, entregó una lista de 22 demandas a la municipalidad local (véase más abajo). Y mientras que la Revuelta de las Patatas de 1917 vio reuniones masivas para el 1 de mayo de ese año, la Revuelta actual encontró otras formas socialmente distantes de manifestarse este 1 de mayo, con flash mobs a través del país colocando cubos de patatas y carteles instando a la revuelta. Las imágenes de grupos comunitarios plantando papas juntos y cubos de protesta en Malmö, Gotemburgo, Molkom y frente al parlamento en Estocolmo fueron compartidas en los medios sociales. Y el Club de Jardinería de Sävarådalen, cerca de Umeå, distribuyó cubos de la Revuelta de las Patatas a 10 pueblos para difundir el concepto.

La gente sigue publicando fotos de la Revuelta de las Patatas y más grupos comunitarios locales están tomando medidas a nivel local plantando patatas juntos, pidiendo acceso a las tierras públicas y haciendo participar a más residentes en los esfuerzos conjuntos de seguridad alimentaria.

La lista de 22 demandas presentadas al municipio de Söderhamn el 11 de abril para su aplicación en mayo-junio de 2020 son:

  1. El establecimiento inmediato de grupos municipales de crisis de seguridad alimentaria;
  2. La provisión de fondos de emergencia para financiar el aumento de la autosuficiencia, incluida la producción sostenible de alimentos a largo plazo;
  3. Que las semillas y los granos se compren inmediatamente a gran escala;
  4. Que el suministro de fertilizantes esté asegurado;
  5. Que se aseguren los demás insumos necesarios;
  6. Que los productores de alimentos existentes reciban apoyo por todos los medios disponibles;
  7. Que toda la tierra disponible sea inventariada inmediatamente y se haga utilizable;
  8. Que todos los invernaderos produzcan cultivos comestibles en 2020;
  9. Que un gran número de pequeños invernaderos se compren y presten a lxs ciudadanxs de la sociedad civil que pueden producir alimentos para varias personas;
  10. Que el municipio inicie el cultivo urbano en los lugares posibles;
  11. Que se ofrezcan «paquetes de inicio» para el cultivo en balcones y lugares similares;
  12. Ofrecer cursos intensivos en el cultivo de diferentes cultivos;
  13. Ofrecer cursos intensivos de trabajos agrícolas;
  14. Escribir regularmente un blog con consejos compartidos activamente en los medios sociales;
  15. Colaborar con los productores, mayoristas y distribuidores locales para asegurar la cadena alimentaria;
  16. Contactar inmediatamente con el Servicio de Empleo para trabajos de emergencia;
  17. Investigar inmediatamente las posibilidades de almacenamiento y procesamiento de las existencias;
  18. Examinar inmediatamente los canales de distribución, las cadenas de refrigeración, etc.
  19. Coordinar las oportunidades de cosechar más en el bosque (hierbas, bayas, hongos, etc.);
  20. Cooperar con los clubes de cazadores del municipio para la caza de otoño;
  21. Explorar otras posibilidades de producción de alimentos alternativos;
  22. Iniciar inmediatamente su propia producción de semillas de los cultivos de hortalizas necesarios.

La ONG Närjord también instó a los habitantes de Söderhamn a que escribieran al municipio sobre su preocupación por la seguridad alimentaria, exigiéndole que cumpliera su obligación legal de disponer de una capacidad de contingencia en materia de seguridad alimentaria.

Anders Persson, de Närjord, había calculado que cada habitante necesita unos 150 kg de patatas al año y que, a un precio medio de 20 coronas suecas/kg, cualquier persona de Söderhamn preocupada por la situación alimentaria podría adquirir una «cuota de patata» local y orgánica por 3000 coronas o unos 300 euros que Närjord cultivaría y entregaría después de la cosecha de patatas de otoño.