Artículo de Jean Rossiaud, Sociólogo y jurista, Dr. en Ciencias Económicas y Sociales
Introducción
2023 pasará probablemente a la historia como el año de la gran bifurcación de la ESS: el del inicio de su institucionalización. RIPESS – entre otras organizaciones paraguas de la ESS – contribuyó activamente a este éxito, como escribió Yvon Poirier en “el largo camino hacia el éxito“. El movimiento de la ESS ha conseguido que las organizaciones internacionales y multilaterales reconozcan oficialmente la ESS. Este reconocimiento institucional ofrece al movimiento de la ESS en todo el mundo, y a escala supranacional, nacional, regional y local, una oportunidad real de exigir el marco que las empresas de ESS necesitan para desarrollarse. No es poca cosa… Pero ¡cuidado! Para un movimiento, la institucionalización, aunque sea un signo de creciente fuerza y madurez, también conlleva los riesgos de quedar encerrado en marcos jurídicos formales y perder su radicalidad. Entre las demás organizaciones que componen el movimiento de la ESS, RIPESS debe seguir siendo la que reivindique con fuerza los valores y principios de una economía postcapitalista, solidaria, más igualitaria y fundamentalmente sostenible.
La ambiciosa agenda de la OIT y la ONU
El 18 de abril de 2023, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución Promover la Economía Social y Solidaria para el Desarrollo Sostenible. Esta resolución sigue explícitamente a la adopción, el 10 de junio de 2022, de la resolución sobre el trabajo decente y la economía social y solidaria por parte de los 187 Estados miembros de la OIT. En noviembre de 2022, la OIT adoptó una estrategia y el plan de acción de siete años sobre el trabajo decente y la economía social y solidaria (2023-29).
La resolución de la ONU proporciona por primera vez una definición “oficial” universal de la economía social y solidaria, “alienta a los Estados a promover y aplicar estrategias, políticas y programas nacionales, locales y regionales para apoyar y promover la economía social y solidaria como ‘modelo de desarrollo sostenible'” y pide al Secretario General de la ONU que prepare un informe para la aplicación de la resolución, y lo que es más importante, con la asistencia del Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Economía Social y Solidaria (UNTFSSE) .
Recomendaciones de la Unión Europea que deben tenerse en cuenta
¡Y eso no es todo! El 9 de octubre de 2023, a propuesta de la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea adoptó una Recomendación sobre el establecimiento de condiciones marco para la economía social. Se trata de un acuerdo político entre los ministros de la Unión Europea que “recomienda principalmente a los Estados miembros que adopten medidas (1) para reconocer y promover el papel desempeñado por la economía social, (2) para facilitar el acceso al mercado laboral, en particular a los grupos vulnerables o infrarrepresentados, (3) para promover la inclusión social, proporcionando servicios sociales y asistenciales accesibles y de calidad, (4) para estimular el desarrollo de competencias, en particular para la transición digital, y (5) para promover la innovación social y el desarrollo económico sostenible”.
Para RIPESS: mantener su postura radical
Una vez más, RIPESS Europa ha contribuido a la recomendación del Consejo de la Unión Europea. En dicha contribución, RIPESS Europa acoge favorablemente la recomendación, pero pide al Consejo que establezca marcos estratégicos y reglamentarios basados en una financiación sostenible a todos los niveles institucionales (europeo, nacional, regional y local) y en un enfoque asociativo. ¡Superemos la lógica simplista de la rentabilidad económica a corto plazo! Por último, RIPESS Europa pide a los gobiernos que aumenten el peso concedido a los criterios sociales y medioambientales en la adjudicación de contratos públicos.
En el marco de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea en 2023, España se ha mostrado especialmente proactiva en la construcción de un compromiso político en torno a la resolución. Para dar el inicio a este ambicioso programa, el Gobierno español organizó la Conferencia Europea de Economía Social “Economía Social: Personas, Planeta, Acción” los días 13 y 14 de noviembre de 2023 en San Sebastián (capital de la Economía Social Española 2023). Participamos en la conferencia y pudimos comprobar la enorme oportunidad que supone esta institucionalización, pero también los riesgos de marginación de los valores que defendemos en materia de solidaridad y sostenibilidad.
El objetivo era movilizar a los Estados, las empresas, la sociedad civil y la academia para implementar las intenciones declaradas en las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Unión Europea. Más de 500 expertos líderes en su industria han participado en debates, talleres y visitas a empresas de economía social con el objetivo de promover y dar a conocer este modelo económico. Concluyó con la firma de 19 gobiernos, así como de Social Economy Europe y el Comité Económico y Social Europeo del Manifiesto de San Sebastián. El Manifiesto reconoce “que las entidades de la economía social son actores clave en el mercado único europeo y en nuestras sociedades, y representan una parte significativa de la producción económica y la innovación en la Unión Europea”. Por último, se celebraron los Social Economy Europe Awards, que premiaron la labor de 12 organizaciones y 5 autoridades institucionales en su labor de promoción de la economía social.
Entonces, ¡sí! La economía social y solidaria se institucionaliza. Llevamos mucho tiempo reclamándolo, hemos trabajado incansablemente en ella y hemos contribuido a su éxito. Es un paso esencial en nuestra continua campaña por una economía justa, democrática y sostenible. Pero ¡no nos durmamoss!. Las resoluciones, por prometedoras que sean, no son más que intenciones políticas. Si no se transforman en realizaciones concretas, estaremos asistiendo a una vasta operación de “lavado verde social y solidario”. Así que es nuestra responsabilidad mantener la presión sobre las instituciones, volviendo siempre a la raíz de nuestra misión crítica sobre el capitalismo y el crecimiento. Debemos seguir defendiendo la economía como “común”, mediante la autoorganización de la producción, la distribución y el consumo, especialmente en cooperativas. También debemos garantizar que las herramientas digitales promovidas en la ESS sean herramientas “libres”, de “código abierto”, que promuevan una economía del compartir y solidaria, una economía que se transforme hacia soluciones post-capitalistas, solidarias y sostenibles (es decir, locales, post-extractivistas y circulares).