Articulo de Andrea Rodríguez Valdés, Ripess Europa

Cuando viajas, ¿contribuyes al bienestar de las poblaciones locales? ¿Tienes una actitud sostenible y justa hacia el país que visitas? ¿Respetas su integridad cultural, su fauna y flora, su comercio, sus costumbres…? ¿Te has preguntado alguna vez por los efectos negativos de tus viajes? Los efectos sobre el agua, el aire, el patrimonio cultural, la igualdad de género, el aumento del precio de la vida y la vivienda para las comunidades locales, etc?. El turismo responsable y solidario te anima a convertir tus viajes, no en un producto de consumo, sino en una práctica de acercamiento entre viajeros y comunidades que respeta el país de acogida tanto a nivel medioambiental como cultural y social.

A raíz de esto y como respuesta a la necesidad de frenar la gentrificación, han ido surgiendo diferentes iniciativas y plataformas colaborativas. En concreto, en 2016, a raíz de la problemática generada por las plataformas de alojamiento compartido, se inició un movimiento social llamado Fairbnb con el fin de fomentar el turismo sostenible creando una alternativa a estas plataformas en ciudades como Venecia, Ámsterdam y Bolonia, tres ciudades con un elevado número de turistas. A finales de 2018, después de que varios grupos se unieran al movimiento, se creó la cooperativa Fairbnb.coop con el objetivo de servir como entidad legal del proyecto colectivo, cuyo objetivo era limitar los impactos negativos del turismo a la vez que explotar todo su potencial.

Bajo el paradigma de la economía social, la plataforma persigue los objetivos iniciales de Airbnb, es decir, compartir bienes, conectar a los huéspedes con los anfitriones e impulsar las interacciones sociales, incluso con las comunidades locales. Los fundadores consideraron que había que abordar tres aspectos negativos principales de la plataforma existente 1) la falta de regulación, 2) el coste para la comunidad local y 3) el proceso de toma de decisiones. Para mitigar los aspectos negativos en las comunidades locales, el cincuenta por ciento de las comisiones cobradas se destinan a proyectos sociales seleccionados por la comunidad para generar un impacto positivo. En respuesta a los problemas de las listas múltiples, crearon una política llamada «un anfitrión – una casa» para evitar los anuncios comerciales y la especulación de precios.

En la misma línea está la plataforma Ecobnb, una plataforma que aboga por un turismo respetuoso con la naturaleza, la economía y las comunidades locales. Viajando con Ecobnb, puedes compensar tu huella de carbono, por lo que puedes ayudar a combatir el calentamiento global. Eligiendo un alojamiento ecosostenible. Por otro lado, desde REAS Red de Redes también nos dan un montón de consejos para viajar dentro de España, a través de este artículo nos da a conocer no sólo lugares para alojarse sino también bares cooperativos a los que ir, actividades culturales o excursiones al aire libre…

En definitiva, verdaderas alternativas de turismo comunitario que ayudan a hacer de nuestras vacaciones una transformación socio-ambiental. ¡Te deseamos un buen viaje!