Por Josette Combes

Vivimos tiempos difíciles. La pandemia mundial tiene y tendrá graves consecuencias, especialmente para lxs más pobres. Más que nunca, debemos cuidarnos mutuamente. Desgraciadamente, mientras la guerra real y/o ideológica está en marcha, mientras el destino de lxs habitantes de los Estados Unidos habrá quedado sellado durante otros cuatro años, para bien o para mal, cuando este boletín les llegue, las mujeres de todos los continentes se están organizando para dejar de abandonar las decisiones cruciales en manos de los hombres y para revisar el software de las relaciones: en manos de las mujeres, en su mayor parte, la educación de los niños, el cuidado de las personas frágiles, la preocupación por la supervivencia de los alimentos.

Mientras que el 70% de los más pobres son mujeres y la mayor parte del poder está en manos de los hombres, las mujeres se enfrentan a ello, negándose a ser seguidoras mudas, las artistas pasadas por alto en silencio, las mujeres violadas confinadas en la vergüenza, impotentes sin palabras. Las mujeres se organizan y resisten creando riqueza, cuyo valor no se mide necesariamente en dinero contante y sonante, sino en calidad de vida, en relaciones armoniosas con lxs demás, en salvar la naturaleza amenazada por grandes proyectos inútiles, mientras recuperan la fuerza de la que pudieron haber sido desposeídas en siglos anteriores y ponen su inteligencia y sensibilidad a trabajar para influir en el futuro del mundo.

Este número temático está dedicado a poner de relieve las iniciativas de las mujeres y a presentar el ecofeminismo que, tras haber nacido en los Estados Unidos, empieza a inspirar y renovar el enfoque y la acción de la joven generación de activistas. Tienen una visión más holística de la lucha contra el patriarcado y la dominación utilitaria y depredadora de la economía liberal. Insisten en la importancia de la intersección de las luchas combinando todas las formas de discriminación contra la mujer, cuando a las discriminaciones de género, se agregan las del color de la piel or de las orientaciones sexuales. El apoyo a estas iniciativas y movimientos es tanto más importante cuanto que no faltan intentos reaccionarios de reducir los derechos de la mujer. En Polonia, por ejemplo, el derecho de la mujer a elegir si desea o no dar a luz mediante un aborto está amenazado. Y para estas luchas, no se trata tanto de oponerse a los hombres como de invitarlos a abandonar las actitudes autoritarias, viriles, belicosas y destructivas para, mujeres y hombres aliadxs, inventar juntos un mundo pacífico. Un vasto programa.

  • Foto: Una activista en Polonia la semana pasada